Queremos que toda la gente de Sabana Yegua pueda separar los plásticos, y para ello lo más sencillo y eficaz es hacer un sistema puerta a puerta, donde la gente pueda separar en su propia casa y se les pasen a buscar los plásticos en este mismo lugar. Para facilitarlo, estamos haciendo un zafacón del plástico para cada familia, pero no los estamos regalando, sino que cuando las familias nos muestran su compromiso con el proyecto, habiendo separado ya varias veces en fundas o sacos, les entregamos un zafacón.
Hasta el momento, los zafacones que se habían entregado desde los orígenes del proyecto eran grandes tanques de metal. Después de hacer la ruta varias veces con el camión, nos dimos cuenta de que, si queríamos cambiar la logística y recoger los plásticos con bicicleta, los tanques actuales eran demasiado pesados para ser levantados por una sola persona. Además, yendo con el camión también nos fijamos en que la lluvia había oxidado muchos tanques, e incluso había agujereado muchas de las partes inferiores de estos. Así que empezamos a pensar alternativas y mejoras a los tanques actuales.
Nuestra primera idea fue dar una bolsa de plástico resistente y reutilizable a cada familia, pero nos dimos cuenta de que la lluvia y las altas temperaturas podían degradar fácilmente estas bolsas. Pensando alternativas y hablando con gente, conocimos a Odalis y Rebolo, dos jóvenes del pueblo muy interesados por el reciclaje, quienes se pusieron manos a la obra para pensar un nuevo prototipo. ¡Al cabo de una semana nos vinieron con el prototipo hecho! Era muy distinto a lo que nosotros teníamos en mente, pero la verdad que la idea nos encantó: hecha de malla, evitaba que el agua de la lluvia quedara estancada dentro y además ofrecía un diseño mucho más moderno, dejando el contenido visible para poder detectar fácilmente si se habían echado residuos distintos al plástico. ¡Asimismo, era mucho más ligero! Así que cogimos la idea, lo hicimos cuadrado y un poco más grande para aumentar el volumen y los pintamos de verde, para diferenciarlos, hacerlos atractivos y que la gente los asociara con el proyecto del reciclaje.
Para generar economía local, decidimos buscar herreros de Sabana Yegua que pudieran fabricarlos, y así conocimos a Fiure, y luego a Merejo, quienes están trabajando semana tras semana en la fabricación de estos zafacones.
Finalmente, cuando los zafacones están fabricados, les añadimos una lona explicativa con los plásticos que se pueden reciclar y los que todavía no, para que sea muy visible y la gente pueda separar correctamente.
Estamos muy contentos porque la gente ha entendido la función de los zafacones del plástico, y paseando por las calles de Sabana Yegua nos reclaman a menudo zafacones. Vemos que mucha gente se está sumando al proyecto, comprometiéndose con el reciclaje, y cada vez más gente quiere su canasto para poder separar los plásticos en sus hogares.